Respira hondo, cierra los ojos, relaja los hombros y tus brazos, busca el sonido del latido de tu corazón y cuando ya lo hayas encontrado, abre los ojos y realiza lo siguiente:
Coge otra vez lápiz y papel y escribe el nombre de todo aquel que, a lo largo de tu vida, hayas podido herir o perjudicar
Al lado del nombre de cada persona o animal, escribe lo que les hiciste
Vuelve a cerrar los ojos, relájate y ve imaginando a cada una de esas personas u animales.
Háblales de lo que les hiciste y pídeles que te perdonen y te bendigan. Después, imagínatelos haciendo lo que les has pedido
Y cuando creas que has terminado este proceso, escribe al pie de la página o encima de lo que has escrito:
“Me perdono a mí misma/o y me absuelvo de toda culpabilidad aquí y ahora, y para siempre”
Rompe el papel que has escrito y tíralo
3 – Rebusca, en tus armarios, cajones, en todas partes donde se hayan podido acumular “trastos” y cosas que no necesita o no te pones desde hace más de 1 año, como mínimo, y que no necesitas, y tíralos o regálalos
Mientras haces limpieza puedes usar oraciones de la verdad tales como:
- Me gusta dar y recibir
- Al limpiar y ordenar mi espacio físico, limpio y ordeno mi vida en todos los sentidos
- Estoy poniendo orden en mi vida, preparándola para todo lo bueno que ahora está viniendo hacia mí.
- Doy gracias por todo lo bueno que tengo y por todo lo bueno que está viniendo
(El hecho de hacer esta limpieza en el plano físico, simboliza que has empezado, también lo has hecho en los niveles mental, emocional, espiritual y del alma, de esta forma haces que la energía fluya sin obstáculos que la mantenían estancada en ciertos planos de tu vida)
Este último ejercicio hará que te sientas maravillosamente bien
Sé feliz
Un abrazo,
Susana