LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO...

Cuando un ser querido se marcha, nos quedamos solos, vacíos, con un sentimiento de impotencia por si podíamos haber hecho algo más por ellos. A veces hasta estamos enfadados con Dios, con el mundo e incluso con la persona que se ha marchado porque lo ha hecho demasiado pronto, porque no nos hizo caso cuando insistíamos que debía cuidarse o porque se marchó sin haberse podido despedir

Esa tristeza y esa culpabilidad que arrastramos no debe ser perdurable el resto de nuestra vida porque al hacerlo, nuestro cuerpo se deteriora más rápidamente y debemos encontrar el equilibrio para volver a nuestro estado de tranquilidad, serenidad y paz

Cuando no podemos despedirnos de nuestros seres queridos, nos preguntamos: ¿por qué se han marchado tan pronto?, ¿por qué nos han dejado aquí solos y se han marchado cuando tenían toda una vida por delante?...

Es verdad que el tiempo todo lo cura, y que a veces viene la tristeza como una ola que te impregna todo el cuerpo, una ola de tristeza, pero tal como ha venido se marcha y cada vez las olas serán más pequeñas, porque has de quedarte con todo lo bonito que has vivido con ese ser querido...

Agradece por el tiempo vivido a su lado, las risas, los abrazos, los besos, los paseos, las charlas, lo que sea que hayas estado haciendo con ese ser querido

Se puede establecer un puente entre ese ser que se ha marchado y tu, un lugar donde podéis reuniros cada vez que lo necesitéis, porque cuando una persona llora y siente dolor por ese ser que ya no está, debe poder restablecer su equilibro de amor, paz y serenidad, porque el hecho de no sentir dolor o no llorar por ese ser que ya no está, no quiere decir que la vayas a olvidar, al contrario, podrás disfrutar de el y seguirás recordándolo en los momentos felices que pasasteis juntos sin que te duela

Estuvieron bien mientras vivieron aquí, pero has de saber que cuando un ser querido empieza a no encontrarse bien, a tener muchos dolores, cuando empieza a sufrir, a veces no quieren seguir viviendo más, es su decisión, y no los podrás hacer cambiar de opinión. A veces se dan por vencidos y nos dejan. La forma en que lo hagan es diferente en cada ser, a veces lo hacen de forma rápida y a veces de forma lenta, pero el dolor es el mismo para los que nos quedamos aquí

Cuando dices o piensas: me gustaría que todavía estuviera vivo... Es normal y lógico, no obstante, no podemos revertir lo que ya está hecho, no podemos revivir a la persona en carne y hueso, lo que podemos es llamar a la energía que estuvo ocupando el lugar de tu ser querido y hablar con él, y explicarle como te sientes y hacerle las preguntas que necesites o pedirle perdón por lo que sea que hayas de pedírselo y tu ser querido te responderá, te abrazará y te reconfortará

Y ese abrazo lo notarás como si todavía estuviera aquí contigo. Al haber podido despedirte, tu pena y tu dolor irán desapareciendo poco a poco y cuando vuelvas a pensar en ese ser, ya no sentirás ese sentimiento de pena, de angustia o de vacío, sino que sabrás que puedes ir a ese lugar ya establecido donde puedes hablar con tu ser querido y sabrás en tu interior que no te ha dejado sola/o porque él siempre está contigo, a tu lado

Ten fe y se te mostrará

Te mando un abrazo de amor y luz

Susana

Sanación Espiritual Energética