La diferencia entre cada uno de nosotros es la clase de vida que hemos elegido vivir, y que nos han modelado los seres físicos que teníamos a nuestro lado, nuestros padres, nuestros abuelos, nuestros profesores, nuestra sociedad, etc.
No es lo mismo haber vivido en una familia amorosa donde tu opinión contaba y donde se te cuidaba y quería mucho, que haber vivido en una familia donde te menospreciaban, te trataban mal, abusaban de ti, etc.
Todas las cicatrices que se te han creado en tu etapa joven, se han quedado incrustadas en tu cuerpo energético, y aunque digas que no pasa nada, que puedes con ello, tu inconsciente te dice que no es así, que vas a llevarlo arrastrando el resto de tu vida y quizás ahora no lo notes, pero a lo mejor, un día te des cuenta, cuando seas más mayor, que antes eras de una forma y ahora no, que sientes mucho dolor interior o físico, que de un día para otro lo has notado, y que quieres poner remedio a todo esto
¿Qué ha pasado aquí?, pues que simplemente el vaso se ha llenado
Mientras eras joven creías poder superarlo todo, que no pasaba nada, y todo el estrés acumulado a lo largo de todos esos años al final acaba saliendo, el estrés no es otra cosa que, tener baja la energía
Cuando tu energía baja empiezas a tener dudas, pensamientos no deseados, representaciones internas negativas, si el estrés sigue elevándose sentirás que no controlas tanto tus emociones y que tus planes futuros ya no los tienes tan claros
Si sigue subiendo el estrés, notarás que hablas, piensas e incluso te mueves más rápido, intentas hacer más de lo que puedes e incluso puedes pisar a los demás por tu falta de empatía
El siguiente nivel de estrés, suele fallar la capacidad de controlar pensamientos, emociones y como te comportas en el día a día. Seguramente tendrás falta de control a largo plazo, planificarás demasiado, estarás nerviosa/o, te volverás testaruda/o, con la mente cerrada y con la capacidad de comunicación dañada
Otro nivel más elevado es cuando salen las rabietas, las adicciones, tienes pensamientos ilógicos, y te vuelves egocéntrica/o
A partir de aquí el estrés puede provocar enfados extremos, atentar contra ti misma/o, ideas locas, ira ciega, ataques epilépticos y en último extremo, tanto daño a causa del estrés el sistema energético no se recupera
Estos son los síntomas mentales que pueden ocurrir teniendo un estrés mantenido durante mucho tiempo, porque la mente es afectada antes que el mismo cuerpo de físico
El cuerpo físico después del tiempo puede empezar a tener dolores crónicos, úlceras, ataques al corazón, infartos cerebrales, e incluso muerte, etc.
Es importante elevar tu energía y lo puedes conseguir teniendo una actitud positiva, aunque no te sientas bien ahora, recuerda momentos en los que te sentiste bien, o intenta visualizar momentos en los que te gustaría sentirte bien, libre, confiada/o, segura/o, alegre, amorosa/o, etc.
Si todos los días practicas tu forma de comunicarte contigo mismo/o y con los demás cambiará tu vida para mejor, porque te sentirás mejor
Si uno no se encuentra bien, no puede ayudar a los demás
Empieza agradeciendo por todo lo que tienes y todo lo maravilloso que te ha pasado durante el día, practícalo al acostarte y al levantarte, agradeciendo por tener un nuevo y maravilloso día por delante
No desesperes, todo cambia cuando tu energía se eleva, y así lo hará si mantienes una actitud positiva y agradeces todos los días
Que tengas un bonito día
Un abrazo de luz
Susana
Sanación Espiritual Energética