Y ¿cómo las superas?, a veces nos ponemos a pensar como solucionar un problema y lo único que tienes que hacer es aquietar tu mente
Aquietar tu mente no es otra cosa que dejar de pensar por un momento, porque cuando lo haces estás reconectando con aquello que eres realmente, que no es otra cosa que: paz, tranquilidad, amor, felicidad, es algo que no se puede describir con palabras
El saber aquietar la mente durante unos segundos hará que tu vida cambie, cuando reconectas con lo que sientes en ese momento, con lo que tu cuerpo siente, estás enfocándote en el presente
Tu mente suele hablar mucho, incluso demasiado, si eres una mente analítica o científica tu mente no parará de hacer cálculos, de hacer preguntas, y eso es bueno...
A tu mente le encanta ser el centro de atención, me refiero a mente, y quiero decir ego, le encanta buscar problemas allí donde no los hay o donde no los habrá, porque la probabilidad de que pase lo que tu mente a proyectado para un futuro suele no cumplirse
Alguna vez has pensado lo que harías si.... y luego te han salido las cosas al revés. Planeas hacer una salida, harás esto o aquello y cuando empiezas con ello, no se cumple lo que habías pensado
O cuando piensas en alguna persona que te ha hecho algo y tu mente recrea un diálogo o incluso lo que harías a esa persona si la volvieras a ver
Todos estos pensamientos, sólo hacen que emplear tu tiempo y tu energía en algo que no se cumplirá como tu deseas, si esto te está pasando, deja ya de planear, deja de identificarte con tu mente parlante, porque lo único que hace es evitar que encuentres esa paz que deseas y necesitas
Te has parado a pensar alguna vez, cómo podrías dejar de darle vueltas a algo, dejar de planear lo que dirás o harás, dejar de estar en el pasado o en el presente..., si no los hecho quizás a partir de ahora lo hagas, porque cuando eres consciente del incesante parloteo de tu mente, y te das cuenta de que todo lo que habla no eres tú, porque tu eres un ser de paz, amor, luz, alegría, etc., en ese momento lograrás acallar tu mente y podrás dirigirla al momento presente
En cuanto a recordar cosas del pasado, tu mente ya se encarga muy a menudo de hacerlo, subestimándote y menospreciándote en cada cosa que intentas hacer en el ahora, pero tu no eres esos pensamientos, quizás de más joven hiciste algo que a los mayores no les gustó, y en ese momento te dijeron cosas que realmente no te identifican, pero tú lo hiciste, te identificaste con ello, pero no pasa nada, tú no eres así
Si cuando eras pequeña/o te dijeron que, no servías para hacer nada porque te encargaron hacer alguna cosa y por algún motivo salió mal, eso no quiere decir que no sirvas para hacer cosas, porque si sirves, quizás tuviste un resbalón o un mal día, y ese fue el motivo, que te salieran mal las cosas no quiere decir que seas una persona que no sirvas, tienes tus momentos como cualquier persona, y cuando tu mente te repite y te recuerda lo pasado, no te está dejando avanzar, al contrario, te llena de dudas... En ese momento has de pensar: “tuve un mal día ¿y qué?
Cuando te das cuenta de la incesante habladuría de tu mente sobre el pasado, obsérvala como si fueras un/a espectador/a y déjala que se desahogue, no intervengas, no juzgues, porque cuando lo haces te estás identificando con lo que habla, y entonces entras en un bucle sin fin de sufrimiento...
Cuando sientas que te estás identificando con lo que dice tu mente, respira profundamente y céntrate en lo que estés haciendo en ese momento, a veces, estamos haciendo algo de forma automática, como conducir, comer, andar..., se consciente de lo que haces, estate atenta/o a como se mueven tus brazos, los músculos que utilizas, o como se mueven tus piernas y pies al andar, o que música estás oyendo, que sientes en tu interior, te transmite paz, o tienes dolor de cabeza, o dolor en alguna parte del cuerpo
El dolor físico que sientes es un aviso de que por ahí no vas bien, que necesitas aquietar tu mente y tener esos segundos de paz que te proporciona tu mente parlante, y de esta forma es como puedes conseguirlo, estando en el presente, con tus sensaciones, tu respiración, tus latidos...
Que tengas un plácido y alegre día
Un abrazo de luz
Susana
Sanación Espiritual Energética