1/6/21

SOMOS SERES ESPIRITUALES TENIENDO UNA EXPERIENCIA HUMANA

Nosotros como seres de luz, como seres no físicos, quisimos venir a este planeta, porque de esta forma podíamos expandirnos, es como una especie de juego. Deseas venir aquí, con determinado cuerpo que tú has creado, con sus características y una mente a la que se debe desafiar constantemente porque está capacitada para razonar y consta de autonomía y es capaz borrar cualquier indicio de nuestra vida no física.

La intención es experimentar y expandir nuestra energía porque al estar aquí hace que se agrande y se fortalezca, tener una experiencia física es lo que los seres no físicos desean alcanzar, desean experimentar, es como un desafío, porque se pueden hacer cosas que con nuestro cuerpo no físico no podemos y nos divierte estar aquí.

La vida física debería ser algo maravilloso, algo sencillo, algo divertido, no obstante, nuestra mente nos impide que así sea, nos hace olvidar de dónde venimos y para qué vinimos.

SOMOS SERES ESPIRITUALES TENIENDO UNA EXPERIENCIA HUMANA


En nuestra estancia aquí en nuestro cuerpo físico, que debemos cuidar, porque si no cuidas el “frasco” que contienen la “miel”, abandonaremos esta tierra sin haber podido disfrutar realmente como queríamos.

Tu mente lo dirige todo, tus pensamientos, tus sentimientos, tus experiencias físicas, el dolor, la alegría, el amor… Si tienes el menos atisbo de que tu vida debería ser otra, de que no es así como te gustaría vivir, que empiezas a recordar quien eres realmente, y que en esta vida no se ha venido a sufrir, sino a experimentar, y que podemos reconectar con la Energía Creadora de Todo lo que Es, porque nosotros somos ella, y nos hemos olvidado porque nuestra mente así lo ha querido, es otra experiencia, cuando seas consciente de todo ello, se te abrirá un nuevo mundo de experiencias maravillosas y te darás cuenta que estar en este cuerpo físico ha valido la pena. Y aquellos que quieran seguirte lo harán y los que no es que no es su momento todavía

Te deseo felicidad y amor

Un abrazo,

Susana