Transcripción del vídeo-audio con el mismo título en mi canal de Youtube...
Te pondré un ejemplo para que puedas mejorar a partir de lo que te está pasando:
“He discutido con mi hermana hace más de un año, y no nos hablamos desde entonces
A veces pienso que debería llamarla, pero cuando recuerdo cómo nos enfadamos la última vez que hablamos, no quiero arriesgarme a que me vuelva a pasar.
No me gusta esta situación, pero es mucho mejor que sentirme como me siento cada vez que hablo con ella
Da lo mismo quien empezó, la verdad, es que ya no me importa… Siempre cree tener la razón, siempre quiere llevar la voz cantante y siempre soy yo la que cede para mantener la paz. Pero ya estoy harta, por eso no la llamo”
En general, a las personas nos gusta que nos quieran, que nos valoren y nos entiendan. El problema de estos deseos es que no podemos controlar el aprecio, el amor o la comprensión de los demás.
Es tan bueno querer valorar o entender como lo es ser querido, valorado o comprendido, y lo más interesante de todo esto es que tú tienes el control absoluto sobre todo esto. Puedes querer a alguien porque has decidido hacerlo. Y aunque lo que haya hecho la otra persona te haya herido tanto que no quieras volver a intentar relacionarte con ella, me gustaría que entendieras que, has de volver a quererla, o no te podrás sintonizar vibratoriamente con tu ser interior, porque, te guste o no, tu Ser Interior la quiere
Como esa persona es el tema de tus pensamientos y te sientes fatal cuando piensas en ella, y la culpas a ella, de tu malestar. Ésta es razón suficiente para estar enfadada porque parece ser la causa de tu estado de ánimo negativo. Si cambiara, te sentirías mejor; pero como no quiere hacerlo, piensas que no puedes sentirte mejor, de modo que parece que esa persona tiene poder sobre ti. Y No me extraña que estés enfadada con ella, porque le has dado tu don más preciado: la llave de tu poder.
Cuando recuerdas que puedes controlar tus emociones, sean cuales sean, puedes recuperar el poder y volver a sintonizar con tu ser interior, que es quien eres realmente. Una vez que has sintonizado con tu ser interior, te es más fácil colocar tus palabras, tus acciones y tus actitudes en la perspectiva correcta. Eso no es asunto tuyo. Ni siquiera lo que piense de ti lo es.
Aunque el dolor de una relación se remonte a tu infancia, puedes sintonizar con mucho menos esfuerzo del que piensas porque no tienes por qué retroceder en el tiempo, volver a pensarlo y ordenarlo todo y buscar soluciones. Tu dolor, entonces y ahora, siempre depende de una sola cosa: de tus vibraciones actuales, provocadas por lo que estás pensando, en este momento, y el modo en que esas vibraciones se relacionan con tu Ser Interior y con esa parte de ti en la que éste se ha convertido... Tú eres quien amas, y cuando, por la razón que sea, no lo haces, te estás alejando de ti misma.
Entiendo que creas que tu enfado es justificado, tanto si el objeto de tu malestar es tu hermana, un familiar, un amigo o algún amante que te ha abandonado, pero independientemente de quién sea, no existe justificación alguna para otro sentimiento que no sea el amor y el cariño. El precio que pagas por tu separación es demasiado grande. Porque nada justifica una desconexión a contracorriente de tu ser.
Cuando descubres tu capacidad para desviar a propósito tus pensamientos para que te sientas mejor, sin que nadie, que no seas tú, tenga que cambiar su conducta, sientes el indescriptible alivio que sólo se experimenta cuando aflojas tu resistencia. Al entender el poder de tu propia mente, ya no buscarás a alguien que te quiera, te aprecie o te entienda -o te tranquilice, te sirva o te ayude—, porque estarás totalmente conectada con los recursos del Universo, y te sentirás realizada con esa Conexión. Entonces sucede algo muy interesante: cuando conectas con la vibración del amor y del respeto, te conviertes en una persona querida y respetada por muchos.
Empieza desde donde estás ahora, desde donde te encuentras con el enfado hacia esa persona, con los siguientes ejemplos:
- Sí mi hermana quiere hablar conmigo, puede hacerlo.
- Estoy harta de ser siempre yo la que intenta arreglar las cosas.
- Cuando no hablo con ella soy más feliz.
- Mantener una relación con ella supone demasiado esfuerzo.
Estás donde estás. Muchas personas podrían decirte que tu hermana no se merece tu cariño, pero te animo a que realices este proceso no por tu hermana, sino porque tú te mereces sintonizar con quien-realmente-eres.
Y si hablara con tu hermana, le diría exactamente lo mismo: no intentes sintonizar y descubrir los sentimientos de amor y respeto por tu hermana, hazlo por ti. Aunque éste sería un mundo fantástico si todas las personas entendieran esto y consiguieran deliberadamente sintonizar sus vibraciones con su Ser interior.
No es necesario que la otra persona lo entienda para que seas feliz, porque tu felicidad no depende ni de ella, ni de nadie.
Ahora intenta sentirte algo mejor, con estos ejemplos:
- Hace mucho tiempo que estoy enfadada. Sería maravilloso dejar de estarlo. Ni siquiera recuerdo por qué nos peleamos.
- Estoy segura de que ni siquiera era importante.
- Si no la quisiera, probablemente no me importaría tanto lo que piensa.
- Entiendo que no puedo controlar lo que piensa mi hermana. Quizá pueda quererla sin importarme lo que piense. Sé que puedo controlar mis propios pensamientos, Me siento libre al saber que puedo controlar mis pensamientos. Creo que siempre lo he deseado, y por eso me enfado tanto cuando veo que no puedo controlar mis pensamientos. Creo que ya ha llegado el momento de dejar de responsabilizar a mí hermana.
Quiero que entiendas que no te estoy animando a que intentes sintonizar y sentirte bien para que actúes. No pretendo que llames a tu hermana para hacer las paces, es un impulso lógico que te pasa por la cabeza, porque estás alegre de haberla perdona, no obstante, ella seguramente no lo esté y os volváis a enganchar. Así que, lo que deseo es que hagas las paces contigo misma y que encuentres la manera de elegir los pensamientos que te permitan sintonizar con quien-realmente-eres.
Después, cuando lo hayas hecho y te sientas realmente bien, y estés convencida de que no te afecta, puede que encuentres la motivación para actuar. La verdad es que, cuando estás en armonía, tus acciones iluminadas siempre te favorecen, y cuando no lo estás, las acciones que llevas a cabo nunca te favorecen.
Seguimos con el proceso:
- Me siento mucho mejor. Quiero y respeto a mi hermana. Quizás la llame más tarde, o quizás no... No tengo que decidirlo ahora.
Ahora que te sientes mejor, haz lo posible por mantener esos buenos sentimientos volviendo a ellos cada vez que dejes de sentirte bien. Con el tiempo, los sentimientos positivos respecto a este asunto serán normales, y entonces las circunstancias parecerán llevarte felizmente hacia el siguiente paso lógico.
A veces, cuando empiezas a sentirte mejor, quieres pasar inmediatamente a la acción para que los demás lleguen tan deprisa como tú, a ese estado de felicidad que has conseguido. Pero lo mejor es disfrutar un poco de esas nuevas y mejoradas emociones hasta que se hayan asentado en tu interior. Después la Ley de la Vibración se encargará de tus encuentros con otras personas y de orquestar las circunstancias y acontecimientos.
Tu trabajo—tu único trabajo— es encontrar sentimientos que te tranquilicen y sintonizar con quien-realmente-eres y con lo que deseas.
Que tengas un maravilloso y feliz día